Antonio Jiménez Díaz
El 22 de febrero del año en curso, el Dr. Juan Cianciardo, académico de la
Universidad de Navarra, España, dio una conferencia en la Universidad Panamericana,
campus Guadalajara, donde compartió algunas reflexiones relacionadas con el
trabajo del profesor universitario del siglo XXI.
Las áreas en las que un
profesor universitario se desempeña hoy en día son: docencia, investigación y
gestión.
En el ámbito de docencia,
la función esencial del profesor es buscar que el alumno reflexione con
relación a una serie de contenidos y, en su caso, obtenga habilidades y
competencias, en el ánimo de que, como profesionista pueda cumplir determinadas
tareas como abogado, legislador o juez. Las tareas que un profesor debe cumplir
en esta actividad es preparar las clases, la clase misma y la evaluación. Todas
estas requieren un empeño y dedicación de los profesores, con independencia de
su experiencia y del conocimiento de un área del saber.
En el segundo aspecto, se
encuentra la investigación, piedra angular del funcionamiento de las
universidades, en virtud de que, la generación del conocimiento representa en
gran medida el deber ser de las instituciones de educación superior. Los
profesores de base o tiempo completo deben dedicar horas formalmente a la
lectura, escritura y, a la gestión de la investigación, entre lo que se
encuentra la publicación formal de trabajos.
En el tercer aspecto, el
de gestión, es quizá una de las tareas necesarias pero que se encuentra más
distante del ejercicio del profesorado, bajo la frase “el cargo administrativo
se debe recibir con gusto y dejar con mucho más gusto”, el académico refirió lo
que, desde su punto de vista es una tarea que, absorbe el tiempo del profesor y
lo aleja en gran medida de su función de investigar y enseñar.
Con relación a cómo
combinar el tiempo, el académico refería que, la labor de investigación no debe
ser sacrificada o disminuida, se debe dedicar por lo menos una tercera parte
del tiempo de trabajo, siendo deseable, dependiendo del tipo de nombramiento
del profesor que llegue a dedicar hasta la mitad de su tiempo a esta función.
En cuanto a la docencia,
esta podría llegar a cubrir también una tercera parte del tiempo del profesor,
sin embargo, esto podría reducirse dependiendo del perfil del profesor, en
virtud de que se debe dar un poco más de ponderación a su labor investigadora
que sobre la enseñanza. Ahora bien, sobre el método de enseñanza, dadas las
transformaciones del conocimiento, se propone introducir el método del caso
para la enseñanza del derecho, lo que se puede hacer gradual con una o dos
unidades de aprendizaje por semestre, ello en virtud de que, la mayoría de los
alumnos de licenciatura requieren habilidades que no les son proporcionadas con
tareas de memorización de conceptos y artículos de leyes.
Por último, para lograr
que los profesores no se distraigan demasiado en labores de gestión, se sugiere
que el profesor dedique, mediante estrategias de protección institucional, al
menos una hora diaria y un mes completo por año a leer y escribir, esto es, a
investigar. Se sugiere así que, la rotación de profesores que se dedican a
labores administrativas sea permanente con el objeto de que no se pierda la
práctica en la función investigadora.
Las reflexiones anteriores
son importantes, sin embargo, quizá la más relevante de todas es la de crear y
practicar un ideario institucional que delimite el rumbo de la Universidad, sus
profesores y sus alumnos, soportados por la administración.
Es posible que, no todas
las ideas descritas sean compartidas por algunos actores involucrados en la
función académica o que, en su caso, se puedan complementar con otras
propuestas, sin embargo, la calidad de fondo ha de considerarse, incluso por
encima de la de forma, vale mucho invertir en personas más que en edificios.
Me parece muy acertados sus comentarios, soy maestro de tiempo completo en la Universidad Autónoma de Baja California y a través de las actividades administrativas se limita la parte sustantiva de la educación el alumno. En un mundo de "papelitis" se pierden demasiadas horas dedicado a la presentación de probatorios de lo que haces, acumulando una buena parte del tiempo en actividades que no impactan al educando.
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