lunes, 13 de marzo de 2017

El muro está en la mente



Samuel Gómez Patiño


Dicen que cuando Carlos Slim sale de compras, compra una empresa. Hace poco escuchaba una plática del Sr. Slim y me pareció interesante su opinión sobre el muro que dice el Sr. Donald Trump que va a construir y que México va a pagar. En primer lugar, me imagino querido lector, que quieres levantar una barda en el perímetro de tu casa y te acercas con tu vecino para comunicarle que ya vas a empezar el viernes y que a él le va a costar. Le comentas que ya te cansaste que sus hijos pasen a cada rato sobre tu jardín, se lleven tus flores, te ensucien el patio, en fin, que la barda va a evitar que destruyan tu propiedad, vaya absurdo, primero aislarme de mi vecino, se supone que entre vecinos nos debemos de cuidar, y segundo, ¿Por qué lo tiene que pagar el vecino, si el que quiere evitar el tránsito eres tú, estimado lector?


 Desde que este asunto se ha convertido en “trending topic”, escucho a las personas estresadas, no sólo por el tema del muro sino por lo que puede pasar con el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, México y Canadá. La mayoría solo habla del problema que tendríamos si nos excluyen, pero me parece que es hora que veamos las oportunidades que se nos pueden abrir en otras partes del mundo, ahora si queda la frase de “tan cerca de los Estados Unidos y tan lejos de Dios”.

En la entrevista Don Carlos mencionaba su opinión sobre el muro, palabras más palabras menos, el comento que el peor muro está en la mente y no en una pared que levantan frente a nosotros. Me parece la mejor forma de verlo, los mexicanos hemos pensado que solo los norteamericanos son nuestros socios, siendo que se han firmado más de 40 tratados que inmiscuyen a más de 100 países con los que podemos comerciar, pero aproximadamente el 80% de nuestras exportaciones van con ellos.

Siempre he pensado que en México hay mucho talento, que nuestra ventaja competitiva no es una mano de obra barata, ya que hemos demostrado que podemos hacer las cosas con calidad, somos un pueblo servicial, con mucho tesón pero que hemos caído en el conformismo permitiendo que los políticos destruyan nuestras ventajas con leyes que poco ayudan ya que cuidan más sus intereses que el de los mexicanos. En fin, iniciamos esta serie hablando de la importancia de educar a nuestros hijos, la responsabilidad de formar buenos ciudadanos ya que la educación inicial es en casa. Después, estuvimos comentando que también era importante, como los mentores influyen en el crecimiento de sus alumnos logrando entre padres y maestros formar personas de valores que ayuden a la sociedad en su crecimiento.

Personajes como el Sr. Slim, empresario reconocido a nivel mundial, tienen una responsabilidad enorme en el bienestar social, no solamente presentando buenos productos y/o servicios, sino también creando fuentes de empleo con remuneraciones justas y dando oportunidades de crecimiento personal al trabajador; al final, los empleados son un reflejo de la cultura de la organización o ¿será al revés?

He trabajado en diferentes organizaciones de muchas clases, como director de una escuela, gerente de personal en una zapatería, encargado de mensajería en las oficinas de mercado, como administrador de la facultad en la que trabajo, en fin he tenido experiencia de muchas partes y puedo concluir que el servicio de calidad, interno y externo es lo que hace la diferencia en la sociedad.

Cuando era el gerente de personal de la zapatería, un fin de semana llegue a una sucursal y me llamo la atención una joven parada en la puerta, supuse que era una cliente por lo que le dije a la encargada que nadie la estaba atendiendo a lo que ella me respondió –ella es empleada de la zapatería, la trajo Don Samuel (hijo del dueño de la zapatería), siendo el encargado de contratar personal ni en cuenta que teníamos una nueva empleada. El lunes cuando llegue a las oficinas, lo primero que me dijo mi tocayo fue que despidiera a la muchacha nueva de la zapatería, y le conteste, primero yo no la contrate por lo que no era mi responsabilidad, y ya que él la había contratado para quedar bien con su hermana que trabajaba a un lado de la sucursal el debería de rescindir el contrato. En muchas empresas existen personas que piensan que son dueños de los demás, pero debemos saber que estudiamos una carrera profesional para servir a la sociedad, no para servirnos de ella. Por cierto, a la empleada nueva la cambie de sucursal dándole la oportunidad de mantener su trabajo mientras lo hiciera correctamente.

En las siguientes columnas seguiremos con el tema de la responsabilidad de las empresas y los profesionales que las dirigen.  

Me gustaría leer tú opinión, puedes escribirme al correo samuelgomez@uabc.edu.mx o en Facebook: Samuel Gómez Patiño

*Vicepresidente Educativo del Club Toastmasters Ejecutivos de Tijuana
Licenciado y Maestro en Administración de Empresas
Catedrático en la Facultad de Contaduría y Administración, en Tijuana
Universidad Autónoma de Baja California


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