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jueves, 23 de marzo de 2017

El maestro como investigador en el aula

>Kachoperspectiva



José Filiberto Figueroa Cacho



El quehacer docente demanda una serie de acciones que sistematizan y dan vida científica a las atmósferas planeadas y desarrolladas en el aula; además identifican nuestro pensamiento en congruencia y coherencia de los enfoques, principios axiológicos, psicológicos y pedagógicos que circunscriban el modelo utilizado.




Stenhouse diseñó, durante los años 1967 – 1972, un modelo curricular de tipo procesual que destacaba los principios del procedimiento que gobernarían en las actividades del aula; proponiendo a la vez, acciones de investigación a los maestros.  Elliot en 1984, propuso una metodología investigativa para el aula. Destacó la triangulación: profesor – alumno – observador, siendo el primero quién decide los fines y medios de estudio.

Desde hace 20 años en la Gran Bretaña existe la Asociación Internacional de Investigación – Acción en el aula y produce una gran cantidad de publicaciones con esta temática.

La práctica docente cotidiana despierta interrogantes constantes:
  • ·        ¿Aprenden los alumnos lo que se les enseña?
  • ·        ¿Actúa el profesor de acuerdo con el modelo pedagógico?
  • ·        ¿Condiciona el contexto de cada aula los procesos de enseñanza – aprendizaje que se dan en la misma?

  • ·        ¿Nos detenemos a apreciar y conocer a fondo como aprenden los estudiantes?
  • ·        ¿Los métodos de estudio responden a las necesidades individuales y de grupo?

Existen argumentos válidos que justifican la necesidad de ser investigadores dentro del aula:

  • v  La necesidad de adaptar y reformular las propuestas curriculares a las variables contextuales de cada escenario didáctico.
  •  
  • v  Conocer aspectos significativos del pensamiento del alumno y su manera de interpreter la realidad, así como su grado de desarrollo particular.
  • v  Descubrir incoherencias entre el pensamiento y la práctica del enseñante, que estén encubriendo acontecimientos significativos en el aula.
  • v  Las variables psicosociales, de comunicación y académica que sirven de escenario oculto para el intercambio educativo, etc.


Cuándo el profesor se perfila como investigador en su entorno educativo van aplicando diversas herrmientas constructivas que depuran rápidamente sus competencias.

Finalmente se enlistan una serie de recomendaciones de estrategias de investigación en el aula:

  • 1.      Problematizar el desarrollo de la práctica docente.
  • 2.      Evaluar sistemáticamente las acciones que se implementan en el aula.
  • 3.      Repercusiones que tienen los problemas sociales en el aprendizaje.
  • 4.      Interesarse por el fenómeno de la comunicación en el contexto.
  • 5.      Actitud responsible de los estudiantes con su propia formación.

BIBLIOGRAFIA:

J. Elliot. (1993). El cambio educativo desde la investigación - acción. Madrid, España: Ed. Morata.

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Asesor del Centro de Actualización del Magisterio


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