Continuando
con el tema del Articulo de la semana pasada podemos destacar que Turismo
Alternativo y el Desarrollo Sustentable se presenta como una alternativa para
buscar el progreso, con base en el aprovechamiento racional de los recursos
naturales y humanos. Basado en tres principios de equidad:
1. Económica:
Es decir, que haya suficientes ingresos económicos para todos y que se repartan
de una manera justa, evitando el enriquecimiento excesivo de unos pocos a costa
de todos. Asimismo, es necesario que el ingreso económico de cada familia sea
suficiente para cubrir con dignidad sus necesidades de alimentación, vivienda,
vestido, educación, salud, etc.
2. Social: Es necesario que las
posibilidades de bienestar y desarrollo humano estén al alcance de todos, sin
importar su nivel económico ni el tipo de trabajo que realicen. Este punto
también refleja la importancia de la amplia participación de todos los sectores
implicados, para lograr la mejor solución a los problemas.
3. Ambiental:
Significa que se debe valorar a la naturaleza con respeto, cambiando la forma
de relacionarnos con ella, para no provocar desequilibrios en los ecosistemas.
Es necesario evitar que el mejoramiento económico y el progreso social se basen
en la explotación y agotamiento de los recursos naturales (tierra, selvas,
bosques, ríos, mares, animales, etc.); y que cuando aún suceda así, se utilicen
tecnologías alternativas para reducir y corregir el impacto ambiental.
Estos
tres puntos, aunque se puedan presentar de una manera simple, en la realidad
son difíciles de cumplir, pues encaminarse hacia un desarrollo sustentable,
conlleva la necesidad de hacer grandes cambios, no sólo en cuanto a nuestra
sensibilidad por la naturaleza, sino principalmente en los sistemas nacionales
e internacionales de producción y consumo.
No
obstante, el gran impacto positivo del turismo en el ámbito económico, hoy en
día se percibe un enfoque de la política turística en su ámbito social y
ambiental, que ha obligado a la planeación y el desarrollo sustentable de la
actividad, en función, entre otros aspectos, de las necesidades y preferencias
del turista por un ambiente más sano y mejor conservado, auténtico y natural,
además de un alto nivel de calidad y competitividad en los servicios.
Por lo
que la comunidad turística se une a estos esfuerzos con la realización de la
Conferencia Mundial de Turismo Sostenible, realizada en Lanzarote, España, en
el mes de Abril de 1995, donde se establecen las medidas necesarias con el fin
de sensibilizar e informar al conjunto de las partes implicadas en la actividad
turística, a nivel local, nacional, regional e internacional, sobre la
importancia de hacer compatible las actividades turísticas con una visión de
respeto y conservación del entorno natural y cultural, cuya idea se resumió en
la declaratoria enunciada en la “Carta del Turismo Sostenible”. Lo anterior, se
suma a que en los últimos veinte años se han dado nuevas preferencias y
modalidades en la práctica del turismo, donde el turista es más activo y
participativo centrado en la búsqueda de tener experiencias significativas de
las expresiones que el medio rural ofrece y tener una interacción más estrecha
y de conocimiento de la naturaleza, que lo perfilan como un turista más
informado, comprometido y consciente de sus acciones y actitudes al viajar.
La
sustentabilidad del desarrollo -y específicamente del desarrollo turístico- ha
requerido del establecimiento de nuevos criterios y líneas de acción claras que
provoquen cambios en los patrones de producción y consumo, y permitan
aprovechar adecuadamente los recursos naturales y culturales, con la
participación activa de las comunidades locales, las autoridades públicas, las
organizaciones no gubernamentales y las empresas privadas, en un marco de
vinculación intersectorial y de integración de políticas.
El
desarrollo turístico sustentable: considerando la importancia de la
sustentabilidad en el desarrollo de cualquier actividad productiva, la
Secretaría de Turismo de México en colaboración con la Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales, presentó en septiembre del año 2000 la Política y Estrategia Nacional para el Desarrollo
Turístico Sustentable que tiene como objetivo promover un desarrollo turístico,
que concilie equilibre y fomente la equidad social, la sustentabilidad natural
y la rentabilidad de la inversión pública, privada y social, con el objeto de
satisfacer las necesidades actuales de las regiones anfitrionas, de los
inversionistas turísticos, de los prestadores de servicios turísticos y de los
turistas, con el fin de proteger, fortalecer y garantizar las oportunidades de
desarrollo en el futuro.
La problemática
y las estrategias para su solución ya están identificadas, tarea que requiere
del esfuerzo conjunto entre los actores involucrados en el sistema turístico
nacional, para ser aplicado en cualquiera de las modalidades o segmentos del
turismo, llámese de sol y playa, cultural, náutico, deportivo, de negocios,
social, de salud, alternativo o cualquier otro. En donde los
elementos de planeación ambiental mínimos a considerar son el tener como
prioridad el involucramiento de las poblaciones locales (mediante procesos de
planeación participativa) y el establecimiento de mecanismos de
autofinanciamiento para la conservación de las áreas naturales, utilizando como
herramientas de planeación el ordenamiento ecológico del territorio, la
minimización de impactos ambientales y el establecimiento de la capacidad de
carga, así como a la planeación física y diseño arquitectónico con uso de
Ecotecnologías, entre otros.
Siendo
los principios del desarrollo turístico sustentable, los siguientes:
•
Proporcionar experiencias de la más alta calidad a los turistas, ya que las
necesidades actuales de los visitantes cada vez son más exigentes y requieren
de un trato personalizado con servicios altamente calificados que se conjunten
en un medio ambiente y atractivos turísticos óptimos. • Promover el desarrollo
de la riqueza natural y cultural de cada región, cuidando así los atractivos y
la identidad propia, de manera que éstos puedan contribuir al patrimonio
nacional, y continuar siendo al mismo tiempo un enclave turístico.
• Difundir
las ventajas y oportunidades que la actividad turística brinda a la economía y
al ambiente, ya que con un buen manejo de ésta, se pueden percibir ingresos
significativos, los cuales serían de gran ayuda para mantener y mejorar la prosperidad
del país, aplicándolos a la conservación de los recursos naturales.
• Mejorar
el nivel de vida de las comunidades receptoras, creando fuentes de trabajo y
oportunidades de crecimiento a la población, y contribuyendo al desarrollo de
servicios paralelos que se conjunten para ofrecer una mejor atención al
turista.
Lo
anterior permite que las comunidades se den cuenta de todos los beneficios que
pueden percibir, y hace posible una interacción cultural entre los turistas y
los pobladores del lugar.
Fuente
Fascículo 1 Serie Turismo Alternativo; TURISMO ALTERNATIVO UNA NUEVA FORMA DE
HACER TURISMO México, D.F. 2004 Secretaría de Turismo, Subsecretaría de
Operación Turística Dirección General de Desarrollo de Productos Turísticos,
Dirección de Desarrollo de Turismo Alternativo: Contenidos Lic. Ángel Nieva
García
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