Víctor
Hugo Prado
El año pasado cada 60 minutos se cometieron en México dos violaciones, tres
homicidios, 10 robos a casas y negocios y 30 asaltos con violencia, de acuerdo
con el último informe del Observatorio Nacional Ciudadano. Dice el informe
apoyado en datos oficiales del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que hay
evidencia de un incremento generalizado en la incidencia delictiva a nivel
nacional, con focos rojos en estados que llegan a triplicar o cuadruplicar el
promedio de algunos delitos en específico. El mayor incremento en los delitos
de alto impacto se registró en el tema de homicidios, pero también subieron los
secuestros, extorsiones, robos con violencia, robos de vehículos, y
violaciones.
La incidencia delictiva es como la inflación, nunca baja. Mire usted,
el nivel de homicidios dolosos fue 23.7% más alto respecto a la de los doce
meses anteriores; el secuestro subió 6.4 por ciento; la extorsión incrementó
4.57 por ciento; robo con violencia 11.6 por ciento; robo de vehículo 5.8 por
ciento; robo a negocio 16.8 por ciento; robo a transeúnte 11.3 por ciento; los
robos a casa habitación 1.9 por ciento, y las violaciones crecieron 7.3 por
ciento. En promedio, en septiembre cada dos minutos se cometió un robo con
violencia, cada tres un robo de vehículo, cada seis un asalto a una casa y un
robo a un negocio, cada 21 un asesinato, cada 37 minutos una violación, cada
100 minutos una extorsión, y cada cinco horas un secuestro. Sin olvidar que el
porcentaje de casos que no se denuncian en estos delitos llega a superar el
90%, por lo que la cifra evidentemente, puede ser mayor. Tan solo esta semana
que concluye al menos dos miembros de la familia intentaron ser extorsionados.
Es obvio que a pesar de las acciones implementadas en los últimos años el
problema de seguridad continua siendo uno de los problemas más graves y
sentidos por la sociedad, lo que ha obligado a los ciudadanos a tomar medidas
por cuenta propia: poner rejas, cámaras, contratar seguros, identificar zonas
de riesgo, modificar tránsito, vivir en estado de alerta, tanto que las
autoridades, duermen el sueño de los justos, sin entender que están rebasadas
en su acción de combate contra el delito. Y si de robo se trata, el robo-oso
del año es el que cometió Mauricio Ortega, quien fuera Director del Diario La
Prensa, quien en su condición de acreditado para el pasado Super Bowl sustrajo
el jersey de Tom Brady además de un casco y zapatos de otro jugador de nombre
Von Miller. Será mucha la afición pero hay defectos de conducta que te quitarán
trabajo, prestigio, honorabilidad y el estigma social te perseguirá por
siempre. Suerte que el tal Ortega vive en occidente porque existen países
islámicos en donde a los ladrones les amputan las manos.
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