Víctor Hugo Prado
¿Quién
chingados planteó que repudiar a Donald Trump es adorar a Peña Nieto? Ahora
resulta que los que salimos a marchar contra la política racista, atentatoria
contra los derechos humanos, arrogante, antimexicana, soberbia, somos los
enemigos del pueblo, los que lo explotamos, lo saqueamos, borregada que salió
siguiendo el espejismo patriotero. No nos confundamos, una cosa es una cosa y
otra cosa es otra cosa.
El
rechazo y la inconformidad contra Trump es fundado, basta leer todos los días
las actitudes centradas contra México y los mexicanos, su trato duele, hiere.
Ahí están las primeras deportaciones de su régimen, ahí está el estado de sitio
que ha provocado en las ciudades santuario como LA, San Antonio, Chicago o
Nueva York. Ahí está el asedio policiaco para deportar sin respetar lazos
familiares ni edades. Ahí está el muro que amenaza con cerrar toda posibilidad
no solo de ingreso de inmigrantes mexicanos, también de todas latitudes. El
muro representa una afrenta contra la convivencia entre dos Estados que
necesitan uno de otro. Y por si fuera poco, ahí está la amenaza de que será
México y los mexicanos quienes lo paguemos.
Ahí
está el tono desafiante de los Tweets con los que ha amedrentado a los
inversores gringos, como Ford quien decidió cancelar una planta de armado
automotriz en San Luis Potosí. Ahí están la intención de suspender el Tratado
de Libre Comercio, en el que por cierto, abre un destino incierto para miles de
trabajadores mexicanos derivado de la inestabilidad de sus fuentes de trabajo.
Ahí está la intención de cobrar el 20 por ciento las importaciones de los
productos provenientes de México, lo que haría más complicada la operación
empresarial en nuestro suelo.
Que las
radicalidades y fundamentalismos pretendan negar el daño que intenta infringir
el neo-Hitler con su política neo-nazi contra México, es negarse a sí mismo. No
pretendan pensar como en la época de la Santa Inquisición, en cegado
oscurantismo, les recuerdo la expresión E pur si muove, que significa “y sin
embargo, se mueve”, en castellano. Frase en italiano que, según la tradición,
Galileo Galilei habría pronunciado después de haberlo obligado a retractarse de
la visión heliocéntrica del mundo ante el tribunal de la Santa Inquisición.
Concluyo
diciendo que los que salimos a marchar contra Donald Trump el domingo en
Guadalajara, muchos de ellos universitarios, lo hicimos con libertad, con
respeto, sin coacción, y estoy seguro que nadie es ajeno de las inconformidades
sociales que se han suscitado en el país, provocado por la ineficiencia
gubernamental, la corrupción, la inseguridad, la política económica y contra el
mismo régimen de partidos políticos y sus gobernantes. Sé que muchos hemos sido
participes de una u otra manera de las muestras de inconformidad contra todo
exceso de los gobiernos, que seguiremos combatiendo. Por favor en este día del
amor y la amistad, no confundamos el amor con las ganas de ir al baño.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario