Rafael Martínez Rodríguez
Si las
leyes limitan o prohíben la portación de armas, es obvio que los criminales no
estarán dispuestos a acatarlas. Ellos siempre serán capaces de adquirir y
portar armas; los únicos que sufrirán debido a la solicitud del populismo
sociodemocrata que impone estas leyes serán las personas inocentes, o sea, las
potenciales víctimas.
Lo anterior, nos recuerda que sigue en estudio la propuesta del senador por el estado de Colima, Jorge Luis Preciado Rodríguez de la fracción panista, para que se “legalice” la portación de armas de fuego en nuestro país, siendo su propuesta una iniciativa de reformas a la Constitución y a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos para que los ciudadanos puedan tener armas en su trabajo, en los servicios de autotransportes, así como en sus traslados en automóvil, cuestión que para muchos es una medida desmesurada poco elocuente y para otros un acierto que estaba tardándose en proponerse.
La
propuesta a mi consideración es acertada en cuanto a ver la realidad de nuestro
país, puesto que venimos tratando de mantener una sociedad utópica inexistente
a los tiempos actuales, donde la delincuencia organizada se ha salido de
control y las autoridades preventivas poco han salido a contener esos hechos,
quedando en estado de vulnerabilidad todos los ciudadanos que incluso, han sido
espectadores de un delito cometido con armas de fuego, y poco o nada han podido
hacer para protegerse o prevenir dicho delito.
Esta
iniciativa legislativa podría prevenir distintos delitos de alto impacto en la
ciudadanía, y es una realidad la manifestación del Senador que expone “El país está inundado de armas y son los
delincuentes los que tienen acceso a ellas, además de que quien
puede pagar seguridad privada tiene equipos de protección armados, y los ciudadanos
en general no pueden poseer armas para su legítima defensa” por ello, es de
considerar que esta iniciativa fuere tomando impuso y se trabaje con las
debidas precauciones legales para que esta idea que se propone, no sea un
recoveco para armar legalmente a criminales.
Es de
importante observación, que esta propuesta de ley se regule bajo los más
estrictos parámetros legales, pues si bien es cierto que la seguridad pública
no ha podido frenar la inseguridad, también lo es que dándole un arma a cada
ciudadano tampoco sería la solución, por ello, de llevarse a cabo esta
propuesta, deberá plantear lineamientos severos para que no cualquier persona
obtenga un permiso para portación de arma de fuego, comprendiendo exámenes
psicológicos, toxicológicos, físicos, antecedentes penales etc. Además,
implementar un sistema autónomo anticorrupción para los puntos de ventas de
armas.
Preciso
es, que aunado a toda una serie de candados legales para portar un arman, se
debe invertir en generar la reconstrucción del tejido social, erradicar la
adulación de la delincuencia organizada, erradicar narcocorridos, erradicar la
“narcocultura” y cambiar desde la trinchera del hogar, implementando y retomando
los valores familiares que se han ido perdiendo y generando tanta violencia,
comenzar por el respeto a los demás, y ser conscientes que nuestros actos
desembocan consecuencias, y si queremos mayor seguridad, comencemos a
concientizarnos en aspectos positivos para poder tener consecuencias positivas
y regenerar una cultura de paz y armonía entre los ciudadanos, para ello
tenemos un camino largo por recorrer, pues esta situación generacional ya está
rebasando los limites tolerantes y de no hacerlo pronto, será una situación más
adversa, en términos de seguridad, la que se viva en las calles.
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