Samuel Gómez Patiño
En las columnas anteriores escribía
sobre la educación de nuestros hijos y,
probablemente te hayas preguntado que tiene que ver con los temas de
administración que hemos tratado en todas las anteriores.
Déjame decirte que una de las
facetas interesantes para los que estudiamos administración como para los que
la ejercen sin ser licenciados en esta carrera es el trabajar con seres
humanos. Para mí la calidad no se da a través de la tecnología sino por las
personas, los avances tecnológicos apoyan al crecimiento de los negocios, la
educación y por supuesto la convivencia social, pero en definitiva las personas
son los que marcan la diferencia.
Así, cuando llegan a las escuelas y
posteriormente a trabajar, parte de sus cualidades, virtudes y defectos, fueron
aprendidos en casa y, deben ser fortalecidos por sus maestros y patrones. Por
eso ahora terminaremos este tema reflexionando como educamos a nuestros hijos.
Siendo administrador de la Facultad de Contaduría
y Administración de la Universidad Autónoma de Baja California, llego una mamá
a solicitarme que hablara con el maestro de su hija ya que había reprobado la
materia por no asistir regularmente a clases. Le comente que ella como todos
los alumnos tenía la obligación de asistir a clases y que al excederse con la
cantidad de faltas, tendría que ser evaluada en examen extraordinario. La
señora me comento que en el bachillerato, la maestra si le había permitido
faltar y que al final la habían aprobado. Cerré el caso con la señora cuando le
dije: -lo importante es que aprenda, no que la pasemos (no le gusto a la mamá).
¿Solapas los errores de tus hijos?
Supongo que cuando vas al volante acompañado
de tus vástagos lo haces responsablemente, te pones el cinturón de seguridad y
lo obligas a usarlo, cumples con el reglamento de tránsito, haciendo el alto
adecuadamente, permitiendo al peatón pasar cuando lo hace por el lugar
adecuado, no insultando a los demás choferes porque te estorban, no
estacionándote en doble fila cuando lo llevas a la escuela, ni en los lugares
establecidos para las personas con capacidades diferentes, etc. ¿te has dado cuenta
que tú hijo es una esponja y te está observando y aprendiendo?
Cuando mi hija entro a la
secundaria me presente a la primer junta con la maestra que nos dio una plática
sobre el cambio de los niños, de la primaria a la secundaria. Entre otros
puntos, la maestra comento algo que me pareció interesante, sobre los novios
(as) de los niños (as), ya que estaban en el despertar de su sexualidad y
algunos eran más inquietos que otros. Esto no es lo que me pareció molesto, ya
que es una etapa que de una forma todos pasamos, sino el comentario de una mamá
que nos recomendaba que permitiéramos que el novio estuviera en casa, ya que
así lo podíamos vigilar. En esa época, mi hija Perla me pregunto que si le
permitiría tener novio y recuerdo haberle dicho que cuando supiera para que
quería tener novio se lo permitiría. También le comente que disfrutara de su
vida, que no tenía caso tener un novio sólo por la presión de las amigas (o de
los chicos), que tuviera amigos y que además no quería andarle pidiendo permiso
a un desconocido para salir con mi hija a algún lado. ¿Alguna vez permitiste
que desde niño (a) le estuvieran presionando para iniciar a tener relaciones de
noviazgo con los del sexo opuesto? Todo llega en su momento, dejen que sobre
todo las niñas, jueguen con sus muñecas, no con bebés de verdad.
Mi padre estudio la carrera de ingeniero en
aeronáutica en los Estados Unidos, y sus hijos de su último matrimonio
(nosotros) estudiamos carreras diferentes, su servidor Administración de Empresas,
Daniel Derecho, Miguel Ángel Informática y Sandra Pedagogía, curiosamente
ninguno seguimos la carrera de mi padre y hasta donde se nunca nos comentó que
estudiáramos lo mismo que él. Cuando cursaba el quinto semestre de mi carrera
escuche a mi padre comentarle a un amigo de él, que le hubiera gustado que yo
estuviera estudiando para ingeniero en aeronáutica, ni siquiera me lo insinuó.
Cuando mis hijos tenían que sacar la ficha para realizar el examen de admisión
a la universidad, Samuel Alfonso me dijo que quería estudiar para Licenciado en
Pedagogía en Matemáticas y Perla del Socorro para Licenciada en Comunicación, y
ese mismo día al regresar los dos habían cambiado de opinión y mi hijo solicito
el examen para Ingeniero en Aeroespacial y mi hija en la Licenciatura en
Teatro. Ellos decidieron y en este momento ya se graduaron y veo que están
emocionados con lo que eligieron. ¿Deciden tus hijos lo que van a hacer con su
vida o decides tú por lo que siempre quisiste ser?
Por cierto, cuando mi hija me comento
que decidió entrar a estudiar Teatro, me pareció que pensó que no me gustaría y
me acuerdo que le dije: me parece bien pero ten en cuenta que a mí no me haces
teatritos. ¿Qué ciudadanos formamos los padres?
En las siguientes columnas, ¿y el
papel de los maestros?
Me gustaría leer tú opinión, puedes
escribirme al correo samuelgomez@uabc.edu.mx o en Facebook: Samuel Gómez Patiño
Vicepresidente Educativo del Club
Toastmasters Ejecutivos de Tijuana
Licenciado y Maestro en
Administración de Empresas
Catedrático en la Facultad de
Contaduría y Administración, en Tijuana
Universidad Autónoma de Baja
California
No hay comentarios.:
Publicar un comentario