Pedro
Mariscal
Valientes
manifestantes, compañeras y compañeros de luchas, jóvenes, amas de casa,
profesionistas, pueblo en general. Hemos salido de la inconformidad de las
redes sociales, para hacer presencia física en esta manifestación y vernos a
los ojos, y saber que coincidimos en esta indignación que nos provoca el gasolinazo, y para alentarnos, unos a otros, en la
continuación de esta lucha.
Nos
hemos convocado a manifestarnos en este día, y en los que siguen, para
demostrar nuestra indignación hacia el atraco, el robo, la rapiña, la ambición,
la sinrazón, el cinismo y un largo etcétera, que representa para el bolsillo de
los mexicanos, el nuevo GASOLINAZO, anunciado por el gobierno federal que
encabeza Peña Nieto, el presidente más impopular en la historia de nuestra
nación, y de cuya investidura y representación, HEMOS PEDIDO, Y PEDIREMOS, Y
EXIGIMOS SU INMEDIATA RENUNCIA AL CARGO.
Las
pomposamente llamadas REFORMAS ESTRUCTURALES, no son reformas; como lo afirma
el escritor Paco Ignacio Taibo 2, SON CONTRAREFORMAS. Para Reformas… las de
Juárez. Pero ¿de dónde nació todo este enredo? ¿Quiénes impulsaron estas contrareformas
que dañan la economía del pueblo, incrementan y crean nuevos impuestos, y
suprimen derechos laborales?
Pregunta
de primer año de kínder… Respuesta: Todo se desprende del famoso PACTO POR
MÉXICO. ¿Y quiénes firmaron, y están llevando a la práctica los acuerdos
políticos de ese famoso Pacto por México? Respuesta: El gobierno Federal,
representado por Enrique Peña Nieto y los partidos entrecomillas”
mayoritarios”, el PRI, EL PAN Y EL PRD. Esa es la alianza neoliberal que ha
empobrecido al país y ha generado más millones de pobres que en cualquier otro
sexenio de gobierno. Estos partidos, que a través de sus diputados y senadores,
han aprobado las reformas estructurales,
no tienen autoridad moral ni política para vernos a los ojos y pedir el
voto a los ciudadanos. Esta crisis política, económica y social, tiene nombres
y apellidos; a ellos debemos demandar su irresponsabilidad y falta de
compromiso para quienes les dieron el voto.
Son
once reformas que el Pacto por México, ese engendro salido de la falta de
principios y de la ambición de riqueza de sus promotores, le han asestado al
pueblo de México, como si fuesen banderillas a un toro de lidia. Conviene
traerlas a la memoria: la Reforma Energética, la Reforma Educativa, la de
Telecomunicaciones y Radiodifusión, la Reforma en Materia de Competencia
Económica, la Reforma Financiera, la Hacendaria, la Reforma Laboral, la Reforma
al Código Nacional de Procedimientos Penales, la nueva Ley de Amparo, la
Reforma Política-Electoral, la Reforma en Materia de Transparencia.
De
todas ellas, las que mayor impacto han tenido por la cantidad de personas que
afectan son: la Reforma Energética y la Reforma Educativa; la energética por
ser altamente lesiva y recaudatoria de impuestos para seguir financiando los
despilfarros y la corrupción de los aparatos del gobierno, y digan si no es
cierto, con el bono de 109 mil pesos que se autorizaron los Diputados Federales en este diciembre de
2016; y digan si no es cierto, cuando los magistrados de la suprema Corte de
Justicia de la Nación, ganan al mes, más de 600 mil pesos. Hay más botones para
muestra, pero con eso nos damos una idea.
La segunda, la Reforma Educativa– porque no es reforma educativa–, es
una reforma laboral que suprime derechos de los trabajadores, precariza el
empleo y responsabiliza a los docentes de las pésimas políticas educativas
implementadas por el Estado.
Lo que
hoy nos tiene aquí es la indignación del aumento DE MÁS DE 20% A LAS
GASOLINAS Y DIESEL, cuando el presiente
Peña Nieto, en reiterados spots, manifestó que no habría más gasolinazos. Eso
es lo que nos tiene encabronados, (perdón), compañeros y pueblo de Cd. Guzmán: la mentira, el
cinismo, la corrupción, la Casa Blanca de Peña Nieto y su Gaviota, las raterías
de los gobernadores Duarte, Padrés y los Moreira, ejemplos vivos, y adorados
por muchos, y protegidos por el Estado, porque para ellos no se aplica la
justicia: tienen, y gozan, de total impunidad.
Esta
lucha nos debe mover a todos y a todas, esta lucha tiene que ser de largo
aliento y coordinada, esta lucha debe aglutinar a todos los sectores de la
sociedad. No es la lucha contra una Reforma; sino contra todas las Reformas,
como diría Paco Ignacio Taibo 2. Y no debemos cada uno ir por nuestro lado;
sino todos juntos. Preparemos entonces,
el ánimo y la alegría; la prudencia y la firmeza; la convicción y la
resistencia. No estamos solos. Somos millones de mexicanos los que exigimos un
cambio de modelo económico en nuestro país.
¡Viva
el pueblo organizado!
¡Abajo
el gasolinazo!
¡Viva
México sin corrupción!
*Presidente
de la Asociación de Jubilados y Pensionados de la Región Sur del Estado de
Jalisco.
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