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lunes, 23 de enero de 2017

La lectura patrimonio de la cultura

>Un Momento por favor



J Jesús Juárez Martín





De la palabra “leer” podemos dar varias explicaciones; es una actividad humana, una herramienta para aprender, un pasatiempo, estrategia para la concentración mental; lo anterior y mucho más puede ser verdadero y hasta aseguramos que leer es entender lo escrito, podremos recitar lo escrito pero si no hay comprensión, no es lectura.




Un enfoque práctico funcional es considerar la lectura como herramienta comunicativa, pero la comunicación es entre un mínimo de dos personas que intercambian mensajes, no sólo recibir, pero es importante que se entienda el mensaje de la necesidad personal o social que alguien desea escribir, esa es la razón o la motivación en cada texto. En la escritura subyace lo que llamamos cultura y en ese legado, no hay beneficios personales y menos sociales si no se comparte. Felizmente hay una tendencia a convencer con el acompañamiento y ejemplo de la lectura que se le dé un significado a la comprensión del mensaje que se lee y si se disfruta del contenido, se complementan los elementos para que sea un ejercicio mental para el crecimiento, la formación humana, que no queden como analfabetas funcionales, que sólo leen los anuncios a su paso, las guías de los autobuses y tal vez seguir instrucciones en la normatividad citadina urbana. Los padres de familia en su responsabilidad educativa y los docentes, debemos trabajarlo como un objetivo educacional, que funcione como motivación, que desde la infancia valoren lo leído y vayan formándose el gusto por lo estético, los valores que integran personas, sociedad; de ahí que también cuenta el mensaje porque las buenas lecturas, elevan el desarrollo humano y la cultura.

Físicamente como personas necesitamos de ejercicio y actividades para mantenernos sanos,  así nuestra mente necesita de algo como la lectura que la mantenga sana y saludable, en capacidad de resolver situaciones conflictivas, regalémonos buenas lecturas a diario, por unos minutos y seremos gratificados con mejor salud mental e innumerables beneficios:

*Se asegura que, entre los alumnos exitosos, los lectores tienen mejores habilidades de expresión oral y escrita.
*Agudiza la imaginación y la enriquece con las realidades.
*Existe en todas las situaciones transferencia de saberes   estimulando intercambio de información y sistematización de conocimientos.
*Hay más empatía y apertura social
*Un hábito de lectura retarda efectos de olvido senil o demencia.
*Aumenta la concentración, análisis e interpretación de los textos literarios.

Quiénes son lectores viven muchas vidas, aventuras y situaciones interesantes y toda la cultura que se ha desarrollado en tiempos y lugares, que dejan su huella y las más significativas señales están escritas. Los textos sin leer son experiencias, conocimientos, confesiones, anhelos encarcelados entre sus pastas que esperan ser liberados con la lectura para actualizarse en nuevos lectores.

En los primeros años de la escolaridad primaria, afrontemos familiares o docentes solidariamente las ilusiones de leer de los niños de 5, 6 años, con apoyos afectivos responsables y estrategias que se recomiendan desde los propios centros escolares; eso le dará la confianza en esa tarea educativa, familiar y el proceso irá involucrando con más interés a los infantes interesados.

Los niños tienen percepciones de la realidad e intuyen que la lectura  les resultará grata; cuando hay rechazo, median circunstancias negativas que hay que superar con afecto y adecuado trabajo comunitario de escuela y familia para lograr de los incipientes lectores, escritores capaces de expresar sus deseos, emociones, esperanzas, afectos en forma natural; no porque su profesión vaya a ser de literatos, pero sí de lectores y escritores funcionales de acuerdo a las necesidades de una comunicación globalizada de redes sociales que en la actualidad no pasan por el juicio crítico, ni los mensajes utilizan valores de la convivencia y respeto social.

Al conocer por la práctica de la lectura  formas diversas de vida,  costumbres, lenguaje, credos, sentido de la vida; al descubrir otras historias, artes, es necesario valorar de acuerdo a principios que nos integran como personas para producir nuevos sentidos a nuestro comportamiento, sin prohibiciones, con la reflexión intelectual y decisión personal de los significados, donde interpretaciones y elaboración de textos son derechos personales y universales con empatía y comprensión, sin aceptación ciega que pueden llevarnos a situaciones dolosas, antisociales, como ya tenemos casos tipificados como antisociales.

Que la lectura y la escritura nos lleve a la formación de mejores personas, ciudadanos y comunidades que visualicen el presente como oportunidad de construcción de mejores seres humanos fraternos.


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