Juan
José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán
Con la
ignorancia o complacencia de las Autoridades Municipales y de Salud, en Ciudad
Guzmán se sigue distribuyendo, para su venta y consumo del público, productos
cárnicos que se transportan en vehículos a motor en condiciones que
contravienen el Reglamento del Rastro Municipal vigente, lo que pone en duda su
legal e higiénica procedencia.
Esto se sigue dando pese a que está
en operación el rastro nuevo, presuntamente equipado y destinado para ser
certificado como Rastro Tipo TIF, inmueble que viene a suplir la antigua forma
y sitio de matanza del ganado vacuno y porcino que se introduce al Municipio
para su sacrificio, distribución, venta y consumo del público.
En su Capítulo V, del Reparto de la
carne, en su artículo 29 establece el citado Reglamento que “la carne vísceras
deberá hacerse por separado, en vehículos autorizados por la Jefatura del
Rastro, debiéndose encontrar limpios por dentro y por fuera y con instalaciones
apropiadas para colgar la carne y evitar su contacto con el suelo o piso del
vehículo. El Vehículo deberá ser cerrado en su parte de carga.
En el artículo 31 del mismo
documento se señala que “queda prohibido transportar piezas en canal o
fracciones del mismo en vehículos abiertos, en malas condiciones de higiene o
sin la aprobación sanitaria correspondiente, no pudiendo transportar
simultáneamente y por ningún motivo con animales vivos y objetos o substancias
tóxicas o contaminantes.
“Para poder transportar
excepcionalmente en vehículos particulares carnes o despojos de animales
sacrificados, se requiere de la autorización que en su caso otorguen las
Autoridades Municipales o Sanitarias correspondientes”, se establece en el
artículo 32 del Reglamento del Rastro Municipal de Ciudad Guzmán.
“En casos excepcionales sólo se
permitirá el transporte de carne, previa autorización de la autoridad
sanitaria, en vehículos tapados y/o cajas con su manta limpia”, se lee en el
artículo 33 del documento que norma el manejo de carnes en el Municipio de
Zapotlán el Grande.
Lo visto por quien esto escribe y
comentarios recibidos al respecto, no respeta ni cumple los requisitos a cubrir
para transportar la carne, puesto que ni se emplean vehículos tapados ni cajas
con manta limpia, en el supuesto de que hubiese autorización del área de salud,
tampoco disponen de instalaciones para que se cuelgue o proteja del polvo o se
contamine en su traslado.
Este problema se agudiza ante la
contaminación que se tiene en el suelo y medio ambiente por la actividad del
Volcán Colima, independientemente de la que se puede generar desde el
sacrificio del animal, cerdo o vaca, su estado de salud, la transportación del
producto a las carnicerías y manejo de quien hace la distribución, constituyendo
un riesgo para la salud público que debe atenderse por las autoridades
correspondientes.
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