Samuel Gómez
Patiño
El amor, el tiempo
y la muerte tres ideas abstractas pero que pueden dar gran significado a
nuestra vida.
Howard, el
personaje principal de la película “Belleza inesperada” inicia motivando a los
empleados de su empresa señalando estos tres conceptos mostrando como todo buen
líder, su pasión pero sobretodo el convencimiento de lo que dice.
Cuando niños nos
fascinaba ayudar con los quehaceres de la casa, aunque en realidad lo tomábamos
como un juego así, barrer, trapear o lavar los trastes nos divertía el problema
fue cuando crecimos y nos dimos cuenta que es un trabajo y lo vemos como una
obligación.
Observa a
cualquier empleado, por ejemplo, una cajera de un banco (de los que no existen
en México). Te atiende con enfado, te hace sentir como si tuvieras la culpa por
el hecho de entrar a la sucursal de que tenga ella que trabajar, probablemente
te conteste de mala gana y te haga sentir mal. Cuando la empleada no está a
gusto con lo que hace lo va a reflejar en su forma de atenderte.
A veces, cuando voy a correr por las mañanas
al parque cercano a mi casa, la persona encargada del mantenimiento, un señor
ya mayor lo puedes mirar muy temprano recogiendo la basura, cuidando de regar
bien los árboles y plantas dentro del lugar y preocuparse por las personas que
temprano disfrutamos del lugar o que hacemos ejercicio. Te saluda amablemente y
si ocupas algo es muy solicito para ayudarte.
Probablemente ella
gane más que él. Está dentro de la sucursal con un clima controlado, él trabaja
a la intemperie y además entra más temprano a trabajar. Ella es mucho más joven
y él está en el ocaso de su vida. Lo que diferencia a los dos, seguramente es
su actitud. Ella debe sentirse encerrada, aburrida o quizás desilusionada de lo
que ha logrado, el señor encuentra que todavía es útil, que puede ganarse su
propio dinero, me parece que se siente vivo.
Todo lo que
hacemos en la vida hay que hacerlo con amor, alguien dijo que venimos a servir
y de eso se trata, tratar a los demás como deseamos ser tratados. ¿Cuándo fue
la última vez que la agradeciste a alguien por hacerte sentir bien con un
abrazo, con un aplauso, con un gracias o simplemente con una sonrisa?
Un relato
atribuido a Albert Einstein sobre el tiempo que me parece muy ilustrativo nos
dice que si pones la mano sobre el fuego unos segundos sentirás como si fueran
horas y, la contraparte si estábamos dos horas en una cena con la mujer de
nuestros sueños vamos a sentir que estuvimos unos segundos. En el primer
ejemplo el tiempo se convierte en eternidad mientras que en el segundo se
vuelve efímero. El tiempo es relativo, nuestros antepasados no marcaban el año
con 365 días por lo que me pregunto si en verdad hemos vivido los miles de años
que presumimos.
No debemos
considerar el tiempo como que nunca se acabará y desperdiciarlo todo el tiempo.
Nadie en su lecho de muerte se va a arrepentir de no haber pasado más tiempo en
su oficina. Hay que equilibrar el tiempo en la vida, en nuestro trabajo, en
nuestra familia, a nosotros mismos como nuestra salud sin olvidar el
esparcimiento y las relaciones interpersonales. Si hay algo justo en la vida es
el tiempo: 24 horas para cada uno, ni más ni menos.
La mejor historia
sobre la muerte la escuche en el velorio de un amigo cuando el sacerdote explicaba
sobre la resignación de ver partir a un ser querido. La mayoría de las
religiones, sino es que todas, hablan de ir a un lugar mejor, sin dolor,
tristezas, hambre, al lugar ganado después de nuestras buenas acciones, y lo
comparaba con la partida de nuestros hijos a estudiar al extranjero; entonces
comentaba que porque llorábamos su partida, si lo que al final iba a lograr era
ser un mejor profesionista y debería alegrarnos el saber que iba a progresar.
Lo mismo con la muerte, podemos sentir tristeza y llorar por su partida, pero
al final debemos sentir la alegría de que ya está en un mejor lugar.
Para mí la muerte
debe ser la parte trascendental de la vida, no podemos partir sin haber dejado
un legado a los demás. Og Mandino se refería a la muerte como el miedo al
cambio; en una conferencia hacía referencia a que temíamos a la muerte porque
desconocemos que hay después de ella. Lo comparaba con el nacimiento, después
de meses de tranquilidad, de no sufrir por el frio, el calor, el hambre, etc.,
tiene que llegar a un mundo desconocido para él, por lo que la transición de
estar en el vientre de la madre a salir de él, puede ser hasta traumático para
un bebé.
Trascender en la
vida tiene que ver con hacer las cosas con amor (hasta los más pequeños
detalles) en el tiempo que nos toca vivir y disfrutar hasta el final, cuando la
muerte nos visite.
Steve Jobs, un
líder extraordinario de nuestro tiempo.
Me gustaría leer
tú opinión, puedes escribirme al correo samuelgomez@uabc.edu.mx o en Facebook:
Samuel Gómez Patiño
*Vicepresidente
Educativo del Club Toastmasters Ejecutivos de Tijuana
Licenciado y
Maestro en Administración de Empresas
Catedrático en la
Facultad de Contaduría y Administración, en Tijuana
Universidad Autónoma
de Baja California
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