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jueves, 5 de enero de 2017

Alza de precios crea violencia: Obispo

Juan José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán


“La Iglesia, sumergida también en las inquietudes y desafíos de nuestro pueblo y de nuestra gente, una de las grandes dificultades que tenemos en la actualidad es la inequidad en la que vive nuestro pueblo, porque sigue siendo realidad el que mientras, unos, que son los menos, van adelante con bastante facilidad, sin embargo la mayor parte de nuestra gente va sacando adelante su vida con más esfuerzo y de trabajo, y a veces algunos con mucho trabajo y con mucho esfuerzo, que son la gran mayoría”, dijo el Obispo de la Diócesis de Ciudad Guzmán, don Rafael León Villegas, como mensaje de año nuevo.




            Entrevistado por este medio informativo sobre este reto, agregó que esa inequidad tiene un poco enojados, un poco inquietos y confrontados, así como un poco faltos de paz, tranquilidad y armonía, “y todo mundo entendemos que con estos desafíos, las alzas de los productos básicos, la violencia y con la inequidad viene también la violencia con la falta de oportunidad de las personas, lo que provoca que uno ande buscando en pan de cada día a veces por caminos un poco o bastante indebidos en algunas ocasiones, y naturalmente falta paz, falta tranquilidad, falta armonía, entendimiento y el que tengamos los acuerdos necesarios para transitar juntos hacia mejores estadios de vida, pero no confrontados, sino más bien armónicamente y con entendimiento unos en favor de otros”.

            Ante las dificultades que de todo tipo se tienen en el país, para el Obispo hay razones fundamentales para tener un poco más de inquietudes en estos tiempos. “Por una parte, se ha acervado, se ha acentuado el individualismo y la conciencia de que cada uno de nosotros somos personas que se nos debe de respetar, que tenemos derechos, solamente que esos derechos no se van acompañados con las convenientes responsabilidad y de los compromisos y obligaciones que tenemos que tener.

            “En la actualidad, no cabe duda que, insistimos mucho más en nuestros derechos que en nuestros deberes. Y segundo, somos bastante individualistas, un individualismo fuerte, exacerbado que nos mueve a buscar mucho más el propio provecho, que la aceptación, el servicio, la convivencia, la armonía y el bien de los demás. Todavía hay una tercera acentuaría, que es que los medios de comunicación nos ponen, en frente de los ojos, todo tipo de problemas que están sucediendo, siempre han sucedido, pero en la actualidad, como los conocemos inmediatamente, prácticamente estamos metidos en el suceso.

            “Por ejemplo, iniciado el primero de enero ya tenemos noticia de que hubo un atentado en Turquía, lo conocemos inmediatamente y eso incide en nuestro ánimo, nos decimos en qué mundo estamos, los medios de comunicación, que generan la comunicación actual, que es una ventaja enorme, nos tienen siempre sumergidos en el día de hoy, y en esos medios de comunicación y en esa comunicación como que los prietitos a veces pesan más que lo positivo, que también existe, así estamos un poco exacerbados.

            “¿Qué podríamos hacer? Bueno, cada quien tenemos que hacer lo que debemos de hacer, los gobernantes de los países que tienen más influencia, los de la ONU que colaboran a la paz de mundo, los empresarios, los profesionistas, los políticos y los partidos políticos tienen que hacer lo suyo, y nosotros en la Iglesia, también tenemos que hacer lo nuestro, qué tenemos que hacer nosotros, pues predicar los grandes valores que vino a traer para nosotros Jesucristo, El Señor, cuáles son esos valores: Los valores de la fraternidad, de la comunión, del diálogo, del servicio a los demás y de la superación de los propios individualismos y los egoísmos.

            “Siento que, por esos caminos, de estar acentuando una y otra vez la necesidad de lo que llamaríamos el cambio y la conversión personal, para que haya también la conversión de las estructuras y así trabajemos juntos por el bien común, son los caminos adecuados que tendríamos que hacer, no son caminos fáciles ni caminos cortos, pero es un panorama de futuro y también un elemento de esperanza hacia el futuro”, abundó el Obispo Rafael León Villegas.
           

            

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