En
el mes de diciembre celebramos el Nacimiento de Jesús. Este acontecimiento está
rodeado de costumbres y tradiciones que hoy recordaremos. Con el Nacimiento de
Jesús se cumple la promesa hecha por Dios Padre, al mundo de enviar a un
Salvador, su hijo. Jesucristo es Dios hecho hombre.
Haciendo
un poco de historia: las tradiciones y costumbres son una manera de hacer
presente lo que ocurrió, o lo que se acostumbraba hacer, en tiempos pasados.
Son los hechos u obras que se transmiten de una generación a otra de forma oral
o escrita. La palabra tradición viene del latín traditio que viene del verbo
tradere, que significa entregar. Se podría decir que tradición es lo que
nuestros antepasados nos han entregado. En el caso de la Navidad, lo más
importante de las tradiciones y costumbres no es sólo su aspecto exterior, sino
su significado interior. Se debe conocer por qué y para qué se llevan a cabo
las tradiciones y costumbres para así poder vivirlas mejor. Este es un modo de
evangelizar.
Existen muchas tradiciones y costumbres que se celebran en el tiempo de
Adviento y de la Navidad. La corona o guirnalda de Adviento es el primer
anuncio de Navidad. La palabra ADVIENTO es de origen latín y quiere decir
VENIDA. Es el tiempo en que los cristianos nos preparamos para la venida de
Jesucristo. El tiempo de adviento abarca cuatro semanas antes de Navidad.
Una
costumbre significativa y de gran ayuda para vivir este tiempo es La corona o
guirnalda de Adviento. A continuación, presentare una reseña, con una pequeña
explicación acerca de su significado y origen: La corona de Adviento tiene su
origen en una tradición pagana europea que consistía en prender velas durante
el invierno en representación del dios sol, pidiéndole que regresara con su luz
y calor. Los primeros misioneros aprovecharon esta costumbre para evangelizar a
las personas. Partían de lo que ellos tenían y les enseñaban la fe católica.
La corona está formada por diversos símbolos: La forma circular de la corona:
el círculo no tiene principio ni fin. Es señal del amor de Dios, que es eterno,
sin principio ni fin. También, representa nuestro amor a Dios y al prójimo que
nunca debe de terminar. Las ramas verdes: el color verde es el color de
esperanza y vida. Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados
y la gloria eterna al final de nuestras vidas. El anhelo más importante en
nuestras vidas debe ser llegar a una unión más estrecha con Dios, nuestro
Padre. Las cuatro velas: simbolizan la obscuridad provocada por el pecado que
ciega al hombre y lo aleja de Dios, por la luz que ilumina el camino y nos
lleva la vida de gracia, es decir, estar libres de pecados ante los ojos de
Dios. Después de la caída del hombre del paraíso, Dios fue dando, poco a poco,
una esperanza de salvación que iluminó todo el universo como las velas la
corona. Así como las tinieblas se disipan con cada vela que encendemos, los
siglos se han ido iluminando con la cada vez más cercana llegada de Cristo a
nuestro mundo.
Son cuatro velas las que se ponen en la corona. Se prenden de una en una,
durante los cuatro domingos de Adviento, al hacer la oración en familia. Se
acostumbra usar diferentes colores: una morada, una roja, una rosa y una
blanca. Hay quienes acostumbran poner tres velas moradas y una rosa o blanca.
Se prenden primero las moradas que nos recuerdan que es tiempo de penitencia,
de conversión, pero también de la esperanza de nuestra salvación. La blanca o
rosa significa la alegría de la llegada de Jesucristo.
Las manzanas rojas que adornan la corona: representan el fruto del jardín del
Edén con el que Adán y Eva trajeron el pecado al mundo. Pero, también trajeron
también la promesa del más grande la venida del salvador, del Emanuel que
quiere decir Dios con nosotros. El listón rojo representa nuestro amor a Dios y
el amor de Dios que nos envuelve a nosotros sus hijos. Algo que no se debe
olvidar, es que debemos vivir las tradiciones y costumbres navideñas con el
significado interior y no sólo el exterior, para preparar nuestro corazón para
que el nacimiento de Jesús, sea fructífero en nuestras vidas. El símbolo de la
Corona de Adviento: nos prepara durante los cuatro domingos que anteceden la
Noche Buena, nos invita a cuidar nuestra fe, algunas personas nos podrán decir
que estas costumbres y tradiciones las ha inventado la gente para divertirse y
los comercios para vender. Pero recuerda que hay mucho significado detrás de
cada simbolo y trata de vivir estas tradiciones con el sentido profundo que
tienen. Así, el 24 de diciembre no solo será un festejo más, sino que nos
habremos preparado el corazón con un verdadero amor a Dios y a tu prójimo.
La
corona de adviento encuentra sus raíces en las costumbres pre-cristianas de los
germanos (Alemania). Durante el frío y la oscuridad de diciembre, colectaban
coronas de ramas verdes y encendían fuegos como señal de esperanza en la venida
de la primavera. Pero la corona de adviento no representa una concesión al
paganismo sino, al contrario, es un ejemplo de la cristianización de la
cultura. Lo viejo ahora toma un nuevo y pleno contenido en Cristo, que él vino
para hacer todas las cosas nuevas.
Primer
Domingo: 27 de noviembre "Velen y estén preparados, que no saben cuándo
llegará el momento", Como resultado deberemos buscar el perdón de quienes
hemos ofendido y darlo a quienes nos hayan ofendido, para comenzar el Adviento
viviendo en un ambiente de armonía y amor. Segundo Domingo: 4 de diciembre
"Preparen el camino, Jesús llega", En la semana anterior nos
reconciliamos con las personas que nos rodean; como siguiente paso, la Iglesia
nos invita a acudir al Sacramento de la Reconciliación, durante esta semana
podemos buscar en los diferentes templos que tenemos cerca, los horarios de
confesiones disponibles, para que cuando llegue la Navidad, estés bien
preparado interiormente, uniéndote a Jesús y a los hermanos en la Eucaristía.
Tercer
Domingo: 11 de diciembre coincide este domingo con la celebración de la Virgen
de Guadalupe, y precisamente la liturgia de Adviento nos invita a recordar la
figura de María, El evangelio nos relata la visita de la Virgen a su prima
Isabel y nos invita a repetir como ella: ¿Quién soy yo para que la madre de mi
Señor venga a verme? Cuarto Domingo: 18 de diciembre: el anuncio del nacimiento
de Jesús hecho a José y a María. Las lecturas bíblicas y la predicación,
dirigen su mirada a la disposición de la Virgen María, ante el anuncio del
nacimiento de su Hijo y nos invitan a "Aprender de María y aceptar a
Cristo que es la Luz del Mundo", como ya está tan próxima la Navidad, nos
hemos reconciliado con Dios y con nuestros hermanos; ahora nos queda solamente
esperar la gran fiesta. Como familia debemos vivir la armonía, la fraternidad y
la alegría que está cercana celebración representa. Todos los preparativos para
la fiesta debieran vivirse en este ambiente, con el firme propósito de aceptar
a Jesús en los corazones, las familias y las comunidades. Recordando que hace
tiempo llego un hombre a este mundo a enseñarnos con su vida lo que es el amor,
en su mirada trae la esperanza, en sus palabras la verdad y en su vida la
justica, la caridad, la solidaridad con nuestro prójimo, no recuerda que Dios
nos ama que es la luz en nuestro caminar y que él contigo siempre, estará, nos
recuerda que no basta con rezar mirando el cielo también hay que vivir mirando
el suelo.
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