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martes, 13 de diciembre de 2016

La charrería: patrimonio cultural inmaterial de la humanidad

>Un momento por favor                                              


J Jesús Juárez Martín




La charrería  es producto de la evolución del uso de los caballos y sogas en las labores agropecuarias que se realizaban  en la Nueva España en haciendas  y ranchos de los siglos XVIII al XX, los jinetes adquirieron destrezas para lazar animales, inmovilizarlos para herrarlos, conducirlos al agua o a otros lugares, su virtuosismo en el manejo de las sogas para hacer piales al ganado fueron herramientas para Las habilidades adquiridas a través de los siglos montando, conduciendo al ganado, ya diestros en la monta de caballos, jinetearlos, lazarlos  y hasta jalar de su cola a los animales vacunos para llevarlos a donde los necesitaban.




El conquistador Hernán Cortés traía consigo 14 caballos que fueron la admiración de los grupos indígenas, a ellos y a los criollos les fue prohibido poseer y montar, sin embargo, tiempo después  se les permitió porque eran quienes realizaban los trabajos; de 1810  a 1821, los caudillos de la independencia nuestra y los criollos que los apoyaban en la lucha usaban caballos, los indígenas formaban parte de la tropa como podían.

Don Venustiano Carranza, Presidente de  la República el 6 de enero de 1915,  promulgó en Veracruz la primera Ley Agraria, con el fin de dar fuerza a los objetivos fundamentales de las luchas agrarias que encabezó Emiliano Zapata; con ello los hacendados privados de sus propiedades rurales, emigraron a las ciudades como México, Guadalajara, Pachuca. Sus objetivos principales: la repartición, la distribución de propiedades rurales, mediante el expolio de haciendas; con esa ley se restituyó gran parte de las tierras a quienes trabajaban la tierra para los hacendados.

Se dice que en el estado de Hidalgo surge la “Charrería como deporte”, es un hecho simultáneo con diferencias que al tratar de hacer competencias, surgieron reglas a las que se fueron generalizando. El entretenimiento de los hacendados que llegaron a las ciudades y allá recreaban sus pasatiempos de la charrería que practicaban y ahora se iniciaba como deporte. Tal vez un  liderazgo  haya distinguido al estado de Hidalgo como cuna de la charrería.

 La  creación del agrarismo  que entregaba las tierras de las haciendas expropiadas para beneficiar a los que trabajaban la tierra: campesinos, caballerangos, peones que así lo solicitaron y  fueron favorecidos, es factor para el surgimiento como deporte de la Charrería, porque lo que fue festejo local, en especial cuando se marcaba el ganado de la hacienda, en las fiestas patronales de la hacienda,  del pueblo vecino a donde concurrían, no sólo los fieles, sino los charros. Aquí en Ciudad Guzmán queda como reminiscencia de aquellos tiempos, “el toro de once” “los recibimientos”  que se hacía en los lienzos porque los visitantes mostraban su agradecimiento de ser recibidos  con una exhibición charra y una convivencia para los visitantes. 

Las primarias quedaban diezmadas de alumnos en los años cuarenta cuando había herradero en algún rancho cercano a la escuela, porque las familias acudían como  si fueran ferias. 


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