jueves, 22 de diciembre de 2016

Creemos que Jesús es el hijo de Dios




Noé Guadalupe Rodríguez

Dios quiso liberar al hombre del pecado y de toda esclavitud, prometió un Salvador o libertador, este libertador nació del pueblo de Israel Jesucristo, el Emanuel es decir  “Dios en medio de nosotros” Jesús el hijo de Dios, de la misma naturaleza celestial, es también hijo de una mujer del pueblo; María de Nazaret, María fue escogida por Dios para ser la madre del Salvador, ella cumplió con humildad y fortaleza su misión, Jesús nació en Belén en un pesebre, porque sus padres eran pobres, y porque no hubo un lugar especial para su nacimiento, José fue avisado por medio de un sueño que peligraba la vida del niño y tomo a María buscando salvar la vida del niño del decreto realizado por el rey Herodes.




Los primeros en adorarlo y reconocerlo como Dios fueron unos pobres pastores que fueron los primeros en recibir la noticia del nacimiento del Salvador, por medio de un Ángel, desde ese instante Jesús siempre vivió pobre en medio de los pobres, en un pueblo dominado por el Imperio Romano.

Jesús se crio en Nazaret, allí aprendió a trabajar como José su protector y padre, el oficio de carpintero, Jesús crecía en sabiduría, bondad y participaba en la vida y tradiciones del pueblo, por esa razón cuando ya era un adolescente se perdió de la vista de sus padres y fue encontrado en el templo en medio de los maestros de la Ley, sorprendidos de la sabiduría del niño.

Jesús era un hombre igual a nosotros en todo, menos en el pecado, él tenía una gran misión, la cual consistió en demostrarnos con su vida lo que era el amor, él tenía un gran corazón, admiraba la naturaleza y amaba a los niños, nos invitaba a abandonar nuestra soberbia y a comportarnos como esos niños, se compadecía de los enfermos, de los pecadores y defendía a los débiles y desapercibidos.

Jesús pasó por la vida haciendo el bien, él dijo siempre y sin miedo la verdad. Todo se admiraban de la autoridad con él hablaba, “nadie me habla como este hombre”. Jesús explicaba las cosas de Dios, con mucha sencillez, usando ejemplos nombradas parábolas para que todos pudieran entender el mensaje de Dios Padre.

Fue claro su mensaje “Yo soy la luz del mundo”, cuando Jesús fue bautizado en el río Jordán, se escuchó una voz en el cielo que decía; ·Este es mi hijo el amado escúchenlo” Jesús es la palabra de Dios hecha hombre, todas las cosas fueron hechas para él. Jesús es el hijo de Dios vivo, enviado por el padre para salvar y dar libertad a todos los hombres, de todo pecado y de todo tipo de esclavitudes y de la muerte eterna, El Padre Celestial  ha enviado a su hijo Jesús, ya que Dios cumple la promesa de enviarnos a su propio hijo, Jesús es la gran prueba del amor que Dios nos tiene, tanto amó dios al mundo que le entregó a su propio hijo, Jesús es el espejo y la presencia de Dios, el que ha visto a mí ha visto al Padre, ya sabe cómo es el padre el que me conoce a mí.

Dios nunca desistió de su proyecto al crear al hombre, que es una vida de igualdad y felicidad, sin importar la raza ni el color de la piel, es un Dios universal es para todos. Por esa razón Dios prometió un Salvador, para arreglar lo que el pecado había dañado. Nuestro padre celestial siempre mantuvo su promesa. Dios como buen padre nunca deja de cuidar a sus hijos, aunque los hijos se olviden de él y pelean entre sí. Dios está siempre con nosotros, él acompaña el caminar de todos los pueblos, aún aquellos que no son cristianos, esta presencia de Dios se manifiesta de muchas maneras:
En la sinceridad del corazón, en el amor y la amistad de los de las personas que nos rodean, en los acontecimientos de nuestra vida diaria, es decir en alegrías y en tristezas, en la lucha de los pueblos por obtener su libertad. Dios Estuvo presente en un modo especial, en el camino del pueblo de Israel, escogió Abraham para hacer el padre del pueblo, Dios hizo una alianza con este pueblo, una alianza como un compromiso de amor y amistad, “ustedes serán mi pueblo y yo seré vuestro Dios” ayudado por personas amigas de Dios y del pueblo como Moisés, el rey David y los profetas.

El pueblo de Israel descubrió en los momentos más difíciles de su historia que Dios caminaba con él, en la libertad de la esclavitud en Egipto, que es la Pascua de los judíos, en el duro caminar por el desierto, y la compasión por llegar a la Tierra prometida, en los momentos de persecución esclavitud y sufrimiento. La Biblia es el libro que cuenta esta presencia especial de Dios, “Yo estaré con ustedes hasta que se termine este mundo”.


Por lo tanto el recordar el nacimiento de Jesús, va más allá de la tradiciones de poner un nacimiento donde nació Jesús, que nació en un pesebre y envuelto en pobres pañales, mas allá de hacer oración escrita o guiada y arrullar al niño, el recodar el nacimiento de Jesús nos debe llevar al momento culmen de este adviento es decir romper con las esclavitudes humanas y placeres que nos genera el dinero, el poder, dejando de ser egoístas y pensar más en el prójimo, es recordar que hace 2016 años llego un hombres a este mundo a mostrarnos con sus vida lo que es el amor, que en su mirada trajo la esperanza, en sus palabras la verdad y en su vida ejerció la justicia y la caridad, con el tiempo aprendí que la palabras suena huecas si no las sabes actuar, que la fe de demuestra a través de las obras, hay una clave infalible que Jesús nos vino a demostrar hoy te la recuerdo e invito, esa palabra es un verbo y hoy te la recuerdo es amar, no olvidemos que  los que luchan día a día por triunfar no debemos claudicar, ya que el prometió que en la justicia siempre estará. Ya no basta con rezar mirando al cielo, también hay que vivir mirando al suelo. Ojalá este 2016 Jesús nazca en nuestros corazones, bendiciendo a nuestro hogar, familias y trabajo.         

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