>Y fueron precisamente los catorce cuadros o Estaciones de la Pasión y Muerte de Jesús los que se llevaron él o los ladrones la noche del lunes 14 de noviembre, sin que nadie se diera cuenta, y aunque a decir del Rector de Catedral, el Padre Alfonso, no representan un robo cuantioso en dinero.
Juan
José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán
El Volcán/Guzmán
Manos
sacrílegas cometen un hurto de La Capilla de Nuestra Señora del Perpetuo
Socorro instalada en la Iglesia Catedral, recién incorporada al patrimonio
religioso de Ciudad Guzmán. “Donada por los descendientes de la familia Arias
Sánchez, que fue la encargada de la Función en la cual se llevó a cabo la
coronación de Señor San José, Patrono de la Diócesis, y de la Virgen del
Rosario, en el año de 1957”, declaró en entrevista el Cronista y Jefe del
Archivo Municipal Fernando G. Castolo.
La capilla con los cuadros que fueron robados. |
Dijo
que esta capilla originalmente estuvo instalada en la casa particular de esta
familia de la ciudad de México, y de donde se vinieron a Ciudad Guzmán en los años
60 trayéndose la capilla con ellos. “Ahí estuvo instalada por muchos años en su
domicilio particular, que es Reforma 73, no hace muchos meses determinaron que
esta capilla pasara a ser patrimonio del pueblo, con todos sus aditamentos dado
que está consagrada a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, como eran unos
pequeños cuadros de lo que son las Estaciones de la Pasión y Muerte de Jesús,
coloquialmente conocido como el Vía Crucis, pequeñas estampas enmarcadas en
madera con cristal”, explicó el Cronista.
Y
fueron precisamente los catorce cuadros o Estaciones de la Pasión y Muerte de
Jesús los que se llevaron él o los ladrones la noche del lunes 14 de noviembre,
sin que nadie se diera cuenta, y aunque a decir del Rector de Catedral, el
Padre Alfonso, no representan un robo cuantioso en dinero, sí formaban parte de
un conjunto de esta capilla consagrada que estuvo instalada en el domicilio de
la familia que los donó al pueblo de Zapotlán e instalada en el interior de la
Catedral Diocesana, cuya puerta de acceso ya fue asegurada con candado y cadena
y sólo estará abierta para momentos de culto y no de forma permanente como
estuvo, por haber dentro de la misma otros objetos de gran valor que deben ser
protegidos, según palabras del Rector del sacro recinto.
La capilla ya sin los cuadros: (Milton Iván Peralta) |
Para el
Cronista este hecho es muy lamentable porque obligó a las autoridades
eclesiales a cerrar los recintos en horas en la que se tenía la costumbre de
hacer visitas a algún santo en particular, al Santísimo o a San José de
Catedral. “Ante este tipo de detalles, yo soy de la idea de que todos, como
pueblo de Zapotlán, tenemos que ser celosos custodios de lo que nos pertenece y
todos estar al pendiente de lo que tenemos y respetar. Desgraciadamente ya nos
pasó este detalle que esperamos no se vuelva a repetir, ahora las medidas de
seguridad van a tener que reforzarse no solamente en Catedral sino en todos los
templos católicos de la ciudad y, por consiguiente quizá ya no podamos tener
acceso a todo hora a este tipo de recintos católicos”, consideró el Cronista de
la ciudad.
Recordó
que no hace muchos años se produjo un robo del Santo Niño del Templo Tercera
Orden, el cual desapareció de manera muy misteriosa y hasta la fecha nada se
sabe. “Es lamentable que nosotros mismos seamos los precursores o animadores de
que desaparezca este tipo de objetos religiosos de gran relevancia para el
pueblo de Zapotlán por no respetarse y que por
algo están en observación pública, es un llamado que hacemos de nuestra parte
de manera enérgica al pueblo de Zapotlán a que juntos custodiemos lo que
tenemos porque en la medida de que este tipo de tesoros vayan desapareciendo,
en esa medida se irá empobreciendo la identidad de lo que nosotros somos”,
abundó.
Ahora permanecerá cerrada con candado la capilla, nada más se abrirá cuando haya misa. (MIPP) |
Dijo
también que a partir del Concilio Vaticano II los templos se hicieron más
escuetos en cuanto a los ornamentos que tenían, para darle preferencia a que
realmente las personas admiraran la imagen de su devoción, quitando
candelabros, floreros. “Pero, al paso que vamos yo creo que después vamos a
tener templos estoicamente pelones, a fin de salvaguardar lo poco que nos queda
todavía y que conservamos, estamos llegando a extremos que yo nunca pensé se
llegara en Zapotlán, al no respetar ni siquiera los objetos de carácter
religioso, y más en una comunidad que hablando en elementos estadísticos, es
mayoritariamente católica”, concluyó.
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