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miércoles, 23 de noviembre de 2016

Recuerdan vida actoral de Hugo Gutiérrez Vega y Juan José Arreola



Andrea Murillo Gutiérrez
El Volcán/Guzmán


“Ya me cansé de ser Hugo Gutiérrez Vega, ahora voy a jugar a ser otros personajes”, lo decía el escritor, poeta, diplomático, periodista cultural y actor de teatro durante 20 años ininterrumpidos, de quien se habló en el conversatorio titulado “Hugo y el Tío Vania, un punto de vista sobre la obra de Hugo Gutiérrez Vega y su andar por el teatro”, dentro de las actividades del I Encuentro de TeatroSur Zapotlán 2016.




El Secretario de la Cátedra Hugo Gutiérrez Vega, maestro Víktor Boga, explicó Gutiérrez Vega inició su trayectoria actoral como corista en la Opereta del Conde de Luxemburgo de Franz Léhar, a lo que después, en 1957, fue becado por el Actors Studio de Nueva York y durante dos años de aprendizaje afianzaría su vocación para regresar a México y fundar en la Universidad Autónoma de Querétaro la compañía de teatro Los Cómicos de la Legua (actualmente cuenta con 57 años de ser fundada).

Según Boga, Gutiérrez Vega junto con actores y directores interesados por el teatro universitario se proponían a llevar el mensaje de los clásicos a distintos lugares de la ciudad. Así, en 1960 se pone por primera vez en escena en México y Latinoamérica “La cantante calva”, de Eugène Ionesco, quien asistió a la presentación en el Teatro de La República, ubicado en la Ciudad de Querétaro.

Como agregado cultural en Italia, Boga señaló, Gutiérrez Vega fundó el grupo de Teatro Latinoamericano con actores venezolanos, argentinos, panameños y mexicanos donde tuvo como sede el Teatro Goldoni y puso en escena obras de textos de García Lorca. A su regreso a México y como director de La Casa del Lago se presentaron tres obras que marcarían la vida del también humanista y catedrático, una de ellas “El Tio Vania”, escrita por Antón Chéjov y dirigida por Ludwik Margules.

Para 1979, Gutiérrez Vega concluyó 20 años de vida actoral tras la puesta en escena “La prueba de las promesas”, dirigida por Juan José Gurrola, etapa que, a palabras de Boga, fueron momentos vívidos que le cambiaron la vida al actor.

Por su parte, Orso Arreola señaló que el paso de Juan José Arreola por los escenarios teatrales es una de las facetas poco conocidas del escritor “y fue su pasión”, la que comenzó en la Ciudad de México a los 19 años al participar en un montaje de un texto del dramaturgo austriaco Arthur Schnitzler.

“Lo único que estudió Juan José Arreola formalmente fue teatro. Olvídense de otros estudios básicos o universitarios”, afirmó el director de la Casa Taller Juan José Arreola, a la vez que recordó que la actividad teatral en Zapotlán fue algo activa por allá por los años 30 y la segunda mitad del siglo XX.

Durante su estancia en la Ciudad de México conoció, recibió clases y mantuvo relaciones de amistad con funcionarios culturales como Celestino Gorostiza, directores como Fernando Wagner y dramaturgos como Xavier Villaurrutia, Rodolfo Usigli e Ignacio Retes y actrices y actores como Dolores del Río, Rodolfo de Anda y Enrique Rocha.

En la compañía “Poesía en voz alta” de la UNAM participaron Juan José Arreola y Octavio Paz pero sus concepciones opuestas de la actividad teatral no llegaron a buen término. Otra de las compañías en las que participa Arreola fue “Teatro de medianoche”.

En 1945 viaja a París y pisa los tablados parisinos con Louis Jouvet al que conoció en Guadalajara, durante una de sus giras por México. Arreola escribió dos obras de teatro La obra de todos (1954) y Tercera llamada ¡tercera! o empezamos sin usted (1973) aunque en su archivo hay tres obras más de teatro inconclusas, comentó Orso Arreola.

Como moderadoras de los conversatorios participaron la Jefa de Unidad de Biblioteca del Centro Universitario del Sur (CUSur), Azucena Rodríguez y la profesora de la licenciatura en Letras Hispánicas, Claudia Vázquez Aguilar. Ambas actividades tuvieron como sede Casa Taller Literario Juan José Arreola.


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