Noé Guadalupe Rodríguez
El
domingo 27 de noviembre los católicos comenzamos a vivir un ciclo litúrgico
llamado aviento. El adviento es la oportunidad para prepararnos al nacimiento
de Cristo, pero no es solo un aspecto histórico (el recordar los pañales, las
maderas del pesebre, el pedir posada) sino que la iglesia se prepare para vivir
un sacramento de la vida, una preparación a recibir la abundancia de la vida
Divina, que el nacimiento del redentor trae consigo al universo. El adviento es
un tiempo de deseo, de anhelo, de esperanza, de preparación, de conversión
interior, de oración y de esfuerzo sincero en la búsqueda constante de un
Cristo vivo y de un evangelio lleno de verdad en cada uno de nosotros, hoy en
día en nuestro mundo y nuestro país está cursando por un tiempo difícil, la
guerra contra el narcotráfico que hemos visto como esto ha afectado a nuestros
hermanos, cuanta destrucción y muerte, enfermedades, pánico y que también nos
está afectando a nosotros los que no tenemos ninguna responsabilidad por estas
guerras, el desempleo ha aumentado en el país, por otro parte el recorte del
personal en la empresas norteamericanas, ha venido afectando las estabilidad
económica de nuestras familias, nos hemos visto afectado el turismo porque se
promueve un México inseguro y sobre todo la incertidumbre, vemos como está
aumentando la violencia día a día en los medios de comunicación masiva como lo
son los pericos, radio y televisión.